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LA OPINIÓN DE QUIENES NOS VISITANArtículo publicado originalmente en la sección "Última Página" de la Revista "El Norte", correspondiente a la segunda quincena de marzo de 2012 |
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Iniciaba el escrito el Sr. Díaz Cañabate con un recuerdo de la Historia de nuestra ciudad: “Entramos en una de las ciudades más antiguas de España. Basti se llamó primitivamente. ¡El trabajo que les costó a los Reyes Católicos entrar en ella el 4 de diciembre de 1489! Largo asedio y enconados combates. El Rey Fernando apeló a la diplomacia, en la que era maestro...” |
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Describe minuciosamente el vuelo de las palomas que sus nidos en los bajos de la Iglesia Mayor. Hace mención de los modernos Almacenes San José, del gran comercio en la calle Cabeza, de las hermosas casas de la calle Agua, de sus pequeños y variados comercios. Regresa y conoce la hermosa fachada del edificio del Instituto de Previsión, en el Arco de la Magdalena y busca donde comer y dice encuentra un “figón”, en el que “el cordero sabia a sebo y las patatas no sabían a nada”. Regresa en un autobús lleno de mujeres con cinco o seis capazos cada una y abundantes cebolletas de penetrante olor; nos apunta que estas mujeres descienden, afortunadamente, en la primera parada. Finaliza el visitante diciendo: “La antiquísima ciudad de Baza no retiene nada de su pasado esplendor. Baza es una ciudad donde su historia es preciso soñarla”. | |||||
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No encontrarán el mercado de ganados, pero si una hermosa fuente y un monumento a Cascamorras, una moderna acequia en la que si el agua discurre está tan mal proyectada desde el principio que su caída en verano salpica a los viandantes y en invierno es fatal porque se hiela y ocasiona sustos y resbalones. Una Carrera de Palacio y Alameda magníficamente restauradas. Una calle Alhóndiga en la que gozará de un gran Museo Arqueológico, pero una calle en la que el ochenta por ciento son comercios cerrados. Una Plaza Mayor en la ya no encontrará palomas, pero sí un suelo totalmente resquebrajado. Siguen el buen comercio en la Calle Cabeza, las casas de la calle del Agua, bastantes abandonadas y desaparecidos los pequeños comercios. Podrán regresar al centro y admirar la fachada que le agradó del antiguo Instituto de Previsión, hoy dependencias municipales. Y finalmente, para comer no encontrarán las antiguas casas de comida que existían junto a la Plaza de Abastos, y que él como buen madrileño denominó “figón”; hoy encontrarán en Baza varios y buenos restaurantes donde quedarán bien atendidos y se llevarán un grato recuerdo gastronómico. Sean siempre bienvenidos a esta ciudad. Le reconocemos a nuestro visitante de entonces que Baza es una ciudad donde su Historia es preciso soñarla, frase con la que el viajero finaliza su crónica. |
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