|
|||||
D. Miguel Santaolalla, Médico.Artículo publicado en la sección Imágenes y Recuerdos, del desaparecido Boletín de Noticias que editaba el Ayuntamiento bastetano , en su edición de enero de 2004 |
|||||
Como todo profesional, he tenido ocasión de comprobar el llamado “a propósito”, muy frecuente en esta ciudad. Cada vez que me ha pasado esto, ha llegado a mi memoria el recuerdo de D. Miguel Santaolalla, médico, que me habló por primera vez de este tema tan local, y frecuente entre los profesionales. Cuando me establecí en la Plaza San Francisco, vino a visitarme por unos asuntos que entraban dentro de mi trabajo profesional. Solía decirme, “mira niño, tengo este asunto o este otro, ¿me lo puede solucionar?” Y así, en una de estas visitas me sacó el tema del “a propósito…” |
|||||
|
|||||
Sé que D. Miguel no ha sido un santo varón para muchos, por su forma de hablar, en la que el adjetivo calificativo lo anteponía al nombre, y así iniciaba el diálogo adjetivando a las personas. Así decía “el mariconazo de…”, “el cabroncete de…” y otros muchos adjetivos calificativos que en su momento lo llevaron a tener problemas con varios vecinos de esta ciudad. De aquí también, en parte, sus malos humores. Pero, no obstante esto, su OJO CLÍNICO, SU HUMANIDAD Y BUEN HACER MÉDICO, no se le pueden negar. Y quiero terminar este recuerdo, con aquel matrimonio del campo que llegó a su consulta con un atranque feroz del marido y D. Miguel le dio unos supositorios, diciéndole que con ellos evacuaría rápidamente. Ya fuera de la consulta, le dice el hombre a la mujer que no les había dicho como había que tomarse los medicamentos. La mujer dijo que ya había en la consulta otro paciente y que si lo llamaba se iba a molestar. En fin, que la mujer tocó la puerta y le dijo: “Don Miguel, ¿cómo ha de tomar los supositorios?” y D. Miguel, alzando un poco la voz, le contestó: “Que se los meta por el culo”. “¿Ves? – dijo la mujer al marido- ya lo hemos enfadado". |
|||||