|
|||||
D. Ángel Casas Morales, notario en esta ciudadArtículo publicado en el desaparecido Boletín de Noticias del mes de febrero de 2004 |
|||||
En los casi veinte años que D. Ángel Casas Morales fue Notario en esta ciudad, fueron muchos los que gozaron de su amistad y se emplearon en sus buenos servicios. Padre de familia numerosa (Ángel, Pepe, José Ramón, Antonio y las hijas María Dolores y Nieves), solía hablar de sus primeros tiempos de ejercicio y de los escasos ingresos que en aquellos días tenía su profesión, y los apostillaba con la frase de “temí llegar a tener que pedir la “congrua” a mi colegio “(Mínimo para vivir dignamente). Aficionado en sus ratos libres a la mineralogía y a la arqueología, se recorrió la sierra y las zonas de San Juan y la Atalaya, recogiendo fósiles y minerales varios, piritas y férricos, abundantes en la zona. Por sus incursiones en Cerro Santuario, Cerro Cepero, Salazar y La Jamula, obtuvo unos importantes hallazgos de yesos cristalizados y restos de civilizaciones íberas y musulmanas de esta zona. Hombre educado, culto y de una profunda religiosidad, tenía la conversación amena y la palabra adecuada a cada interlocutor, aun cuando terminara con algún aforismo latino a los que era dado. Tenía la vivienda y la Notaría en la Plaza de San Francisco, 1, edificio Tafalla, y sus oficiales fueron los señores Izquierdo, Menéndez, Campoy y Manuel Moreno, que trabajó tanto en Baza como en Granada, que fue el último destino de D. Ángel, donde falleció. |
|||||
|
|||||
Una de las anécdotas que recuerdo es que había recibido Mañas, “el agrario”, el encargo de la venta de una finca muy grande y por ello no se encontraba comprador. Mañas la fue apalabrando a los colindantes, por parcelas, y cuando ya la hubo apalabrado casi toda, la compró él directamente al vendedor, dando una señal para ello y el resto en la Notaría y con la cláusula de que todas las escrituras las abonarían los compradores. Así se hizo y cuando se ultimaron las escrituras de las casi doce parcelas en que se había dividido la finca, D. Ángel le dice al “agrario”: “Amigo Mañas, que buenas pesetas has ganado con la venta de esta GRAN finca…” a lo que el “agrario” le contestó: “no tantas como las que usted le ha sacado a este “PEQUEÑO tintero”. |
|||||