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LA CEREGULOSAArtículo publicado originalmente en la revista El Norte, en el número correspondiente a la 1ª quincena de julio de 2005 |
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Sobre el año 1910, se instala en nuestra ciudad una floreciente industria farmacéutica, en la calle del Agua, número 2, regentada por el químico y farmacéutico D.Salvador Sánchez Ortiz. Se inicia con una especialidad, La Ceregulosa,alimento para enfermos, por su contenido de cereales, miel, y azúcares, que era complemento de la nutrición infantil de la época. Visto del magnifico resultado de este producto, se amplia el laboratorio, con la producción de Calcio Ortiz, una solución estéril de canfosulfonato de calcio al 10%, para alivio de la estructura ósea; luego con las especialidades de Optobalsan inyecciones (Optoquina y balsámicos en aceite) para las afecciones bronquio pulmonares en general, y con el Oftalmohazedol, que era una preparación especial para lavados oculares. En su época de máximo esplendor llegó a tener en plantilla 15 trabajadores, y tras la muerte de su fundador siguió a nombre de la viuda, y posteriormente a nombre del hijo D. Antonio Sánchez Carrillo, farmacéutico y químico, aun cuando su verdadera vocación era la literatura. En el año 1951, logra el que la Dirección General del Registro Civil le amplíe el primer apellido con el de su padre, Ortiz, y desde entonces, sería conocido como Sánchez Ortiz Carrillo. El libro “Poesía Científica o Química Camelística”, editado en el año 1923, lo dedica a “los autores de la Ceregulosa, a mi padre y a su esposa.” |
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Arriba los productos que elaboraban los laboratorios Sánchez Ortiz en Baza. A la izquierda, portada del libro “Poesía científica o el arte de ser analista-química camelística”, de D. Antonio Sánchez Carrillo (Ceregulosa). Abajo, dos estrofas del referido libro |
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