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DÍA DE DIFUNTOS(Artículo publicado en El Norte, en la primera quincena de noviembre de 2006) |
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En estos días en los que añoramos a quienes nos precedieron en la vida y lo que nos queda de ellos, nuestra vida y el recuerdo, es costumbre visitar los lugares en los que sus restos reposan y ofrecerles nuestros respetos y oraciones. No siempre ha tenido Baza un lugar digno para esta última morada. Según las costumbres de quienes han habitado en esta población, se han encontrado restos humanos en varias zonas y en cantidad tal que se supone la existencia de distintos cementerios. Así y todo, también hemos de recordar que era costumbre enterrar "en sagrado", por lo que no es de extrañar la existencia de restos humanos en las iglesias, tanto dentro de ellas como en sus alrededores inmediatos. Durante el periodo de dominación musulmana quedó un amplio testimonio de su cementerio, a pesar de que el cementerio musulmán carece de tapia o cerramiento; sus cadáveres han sido siempre orientados hacia La Meca, como recientemente hemos podido observar en los hallazgos junto al campo de fútbol de "La Alameda". |
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Es en el año 1879, siendo alcalde don José Penela Manzano, cuando las cosas empiezan a cambiar radicalmente. Este gobernante inicia el año manifestando a la corporación "... que por las noticias que le han confirmado algunos profesores de la ciencia médica, ora porque también es reconocida esa necesidad por todos los vecinos de esta población, de que el cementerio que hay no reúne las condiciones higiénicas necesarias y convenientes a la salud pública, con exposición de que pueda desarrollarse en tiempos poco sanos una enfermedad contagiosa en el vecindario por las emanaciones pestíferas e insalubres, la proximidad a la población, la falta de ventilación e higiene..." alegato este que en definitiva viene a manifestar la total carencia en nuestra ciudad de la aplicación de la Legislación Sanitaria de la época. Por todo ello termina designándose una Comisión para la búsqueda de lugares más adecuados. |
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Este es un breve relato de cómo empezó a funcionar el actual cementerio de nuestra ciudad, que desde entonces ha sufrido numerosos cambios y ampliaciones. Por cierto que en aquellos primeros años de utilización, su estado era tan deprimente que causó tan mala impresión al hombre más rico de esta ciudad, don Pedro Carmona, que este pidió al Ayuntamiento hacer obras de adecentamiento del mismo, a su costa, lo que le fue concedido y agradecido por la Corporación Municipal. |
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