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BAZA LUCE BONITA |
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Baza luce bonita, a la noche con el brillo de sus luces, y de día embargada por el postrero esplendor otoñal. Allí donde soplan más los vientos, las ramas desnudas nos anuncian el incipiente invierno; y en los rincones más al abrigo, aún remolonea, cadencioso, el otoño en la arboleda. Huele el aire a humo del fuego en las chimeneas, a castañas y boniatos, a dulces y especias, a tierra mojada, a carnes a la brasa regadas con buen vino del país. Me quedo con la belleza y con la alegría, con la ilusión y los nervios de quien espera cosas buenas. Me quedo con el encuentro antes que con el desencuentro, y prefiero sentir la ilusión infantil, mejor que debatir si Papa Noel o si los Reyes, que si antes o si después, que si belén o si árbol... Elijo la esencia antes que la discrepancia por lo superfluo; y si la navidad está dentro de nuestros mejores recuerdos, para qué querer escapar de ella. Es una manera especial de empezar el invierno, que se hará largo y duro, y que tendrá pocas épocas festivas tan amplias como las navideñas. Baza luce bonita prenavideña y solidaria: viviendo la alegría y sin olvidar a quienes tienen pocos motivos para ella, procurando que no haya niños ni niñas sin juguetes, ni comidas para compartir las fiestas en familia; porque sólo con una buena navidad tendrán futuros buenos recuerdos. Celebremos la llegada de un año nuevo como una oportunidad de sentirnos vivos, y al añorar a quienes ya se fueron, seamos conscientes de que aún estamos aquí con los nuestros, sin que puedan echarnos de menos. Obviando que nos gusten más o menos, estamos ante unas semanas de concordia y generosidad, de hacer que las personas a quienes queremos sean felices, de armonía más que de disonancias de cualquier tipo. Vivámoslas desde la calidez, que ya llegará el invierno con sus habituales fríos. |
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