|
|||||
LA RELIGIÓN ES VIDA |
|||||
Me pregunto de qué ha servido el progreso, si somos incapaces de corresponder como se merece a nuestros mayores, después de toda una abnegada vida de entrega. Nuestros antepasados más remotos respetaban a los ancianos, y éstos eran un elemento esencial en el grupo humano; pienso por un momento cómo entenderían una realidad como la nuestra a día de hoy: con abuelos que mueren solos y abandonados, y que no sólo tienen frío y se ven condenados a una injusta oscuridad..., es que muchos de ellos tienen hambre, y a muchos otros se les ha echado de su casa para siempre. Uno solo sería demasiado; tantos, apesadumbra. Y se olvida la Iglesia católica de que su doctrina está con los pobres, de que Jesús alertó de que era más difícil que un rico entrara en el reino de los cielos, que que un camello pasara por el ojo de una aguja. Y mientras no estén cubiertas las necesidades más básicas y elementales de una parte de la ciudadanía, me parece un pecado mortal tirar un dinero para burdos adoctrinamientos que sólo convencen al ya convencido. Si no tienen vocación de servir al necesitado, mejor sería que se dejaran de vivir del cuento y con maneras y modos contrarios a las enseñanzas que debieran inspirar sus vidas. Recuerdo una monja que siempre me decía que la religión es vida, y hoy la comprendo mejor que nunca. De nada sirven oraciones, rezos y homilías, si uno se olvida de lo esencial, que no es sino reproducir la bondad y la entrega; nunca la usura, o la codicia. No queremos más víctimas por una pobreza energética que hace un poco más rico al canalla de turno, ni cobardes que se callen cuando pasan estas cosas en pleno siglo XXI. |
|||||