|
|||||
ESPEJISMOS |
|||||
Habría que reflexionar profusa y profundamente sobre cómo el sistema y la sociedad nos estafan, prometiendo paraísos a cambio de nuestra implicación y esfuerzo, para que después nos demos de bruces contra la cruda realidad, cuando no con el mismo infierno. Los oasis del desierto con frecuencia suelen ser sólo un espejismo, y cuesta mucho desterrar tanta mentira y redimensionar los valores aprendidos; porque lo que no se basa en la verdad, podrá ser muy bonito, pero es falso, no existe. A los niños no hay que mentirles, todo lo más contarles cuentos que despierten su imaginación y fantasía. Sin embargo, se les miente tanto, que al final muchos de ellos al hacerse mayores han interiorizado la falsedad de tal manera que ya no distinguen esta de la verdad. Me parece preferible estar callados, antes que tanto infundio; pero la vida es lo que hay, no lo que nos gustaría o queremos. Y así, se nos promete amigos, amores, trabajo, una casa; para no quedarse cortos, se nos ofrece hasta un cielo que nadie ha podido certificar que exista..., aunque, ya puestos, qué cuesta. Después, del dicho al hecho hay un trecho tan insalvable, que no tiene nada de extraño que algunos naufraguen; y que muchos otros sientan el desconcierto de enfrentarse a un mundo del que nadie les habló: en el que las brujas siempre ganan a las hadas, los dragones nunca son abatidos, y no hay príncipes ni princesas que acudan a rescatarte cuando estás en peligro. |
|||||