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HINCHADAS Y OTRAS MANIFESTACIONES |
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Hablando de manifestaciones, gracias a los cielos las hay también que no nos provocan vergüenza, sino todo lo contrario. Hoy es 19 J, y el movimiento 15-M se regenera a través de las múltiples marchas convocadas para este domingo por parte de los “indignad@s”. El nacimiento de esta nueva realidad, ocurrido a una semana de las elecciones municipales, puso a los políticos en una difícil situación: a ver quién era el guapo que movía ficha estando las urnas esperando conocer la voz del pueblo soberano. Estaba claro que después de los comicios había que actuar, y lo hicieron, tan mal, en Barcelona, que después nadie se ha atrevido a repetir, dando paso a una inaceptable pasividad como la vista y vivida ante las violentas actuaciones contra el Parlamento y los políticos catalanes, por parte de otro grupo de energúmenos que bien podría ser seguidor de un equipo de fútbol cualquiera. Los dirigentes políticos no parece que tengan muy claro cómo actuar, aunque creo que a estas alturas de la trayectoria de este movimiento popular de protesta, quien sepa ver habrá entendido que no estamos ante un movimiento con mayor o menor aceptación social. Sencillamente porque el 15-M es la punta del iceberg bajo el que se escuda la sociedad en general y su profundo malestar. La realidad de los “indignad@s” tiene un potente sustrato teórico de gran altura, acorde con la gravedad de la situación social de muchas familias y prácticamente toda la juventud en estos largos y densos años de crisis económica insoportable. Cuando la desesperación es la que habla, hay que saber escucharla muy detenidamente, olvidando la tentación de callar su voz. Porque no estamos ante unos jóvenes hippiosos que no tienen en qué entretenerse y les ha dado por incordiar eligiendo muy bien la fecha. Ya les gustaría que así fuera a estas clases políticas que sólo alcanzan a ofrecer desconcierto como respuesta a unas demandas muy concretas y de una gran firmeza a la hora de dejar claro que o se le da a la gente lo que quiere, o ésta no va a dejar de pedir lo que le corresponde…ni siquiera para ver un ratito de fútbol. |
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