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LA VIDENCIA DEL CORAZÓN |
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Ver con el corazón o con los ojos. Penetrar en la esencia o quedarse en la superficie. No es lo mismo. Como tampoco es igual nadar que bucear, deslizarse sobre la piel azul del mar o perderse en sus profundidades. Tan ilógico es esperar que alguien que sea superficial quiera ir más allá, como sorprenderse de que quien no lo sea se niegue a quedarse más acá. Ver con los ojos es acomodarse al lenguaje de los sentidos, y para ello no es preciso superar la simplicidad de los organismos más básicos. ¡Si hasta el caracol saca los cuernos buscando el sol! Pero la videncia del corazón es un privilegio reservado para quienes tienen la suerte de reconocerla. Los cerdos se comen las flores, y las abejas liban su polen y crean con él la miel. No es lo mismo. El Principito antes de volver al cielo quiso regalarle su risa al aviador que se había visto atrapado en el desierto al romperse el motor de su avión. Como él iba a habitar en una estrella, en la que iba también a reírse, le regalaba la posibilidad de que al mirar el cielo por la noche tuviera estrellas que ríen como cascabeles: ”¡Tú tendrás estrellas que saben reír!(…) Será como si te hubiera dado en lugar de estrellas… un montón de cascabelitos que saben reír…”- le dijo al aviador el Principito, lamentando que por su culpa le tomarían por loco, al sorprenderse sus amigos de verle reír al mirar el cielo. Sin embargo, cuando adoras mirar las estrellas por puro placer, cuando aprendes a mirar con el corazón, ya no te importa lo que puedan pensar quienes se llaman amigos tuyos, y menos aún los que se comportan como tus enemigos. Si te ríes al contemplar el nocturno cielo estrellado, si buscas caracolas en el fondo de los océanos, si puedes penetrar en los misterios de este planeta, seguramente tengas un amigo en algún rincón del Universo que se esté riendo contigo por compartir tu dicha. Le reconocerás mirándole con el corazón y le verás aunque cierres los ojos, porque aunque los mantuvieras abiertos él sería invisible. Sólo a través de la videncia del corazón harás visible su amistad. No dudes un instante en intentarlo, pues en caso contrario nunca lo conseguirás. |
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