Documento 1/15 - 1 de enero de 2015

A vueltas con la politización de las reivindicaciones ciudadanas

Autor: MIGUEL JOSÉ ÁVALOS GONZÁLEZ, JUAN DE DIOS RUBIO LÓPEZ y JOSÉ ANTONIO SERRANO NAVARRO de www.queremostren.es

Este 31 de diciembre ha tenido lugar en Baza un nuevo acto en el que se ha conmemorado el trigésimo aniversario del cierre de la antigua línea de tren Guadix-Almendricos. Para quien no conozca el sentido y origen de dicho evento, se viene celebrando en los últimos años para reivindicar la reapertura de esa antigua conexión ferroviaria entre Granada y Murcia.

Y en esta ocasión (como en los dos últimos años), la actividad ha sido organizada por una “plataforma ciudadana”, pero curiosamente “liderada” en la actualidad por un cargo perteneciente a la asamblea local del Partido Andalucista de Baza. Una práctica que se suele repetir por parte de la “oposición” en plataformas con un contenido de interés general y que pueda otorgar rédito político. En esas nobles causas, como la que traemos a colación, consideramos que es la propia sociedad civil la que debe organizarse para alcanzar ese objetivo común, y los políticos no deben inmiscuirse ni contaminar estas plataformas. Básicamente, porque ya tienen sus propios medios.

Y por otra parte, a nuestro parecer, quien originó esta problemática (la de dejar a las comarcas de Guadix, Baza, Almanzora y Valle del Guadalentín sin ferrocarril) difícilmente tiene derecho a exigir su solución: ninguna credibilidad tiene que el partido cuyo Gobierno tomó la decisión política y la mantuvo en diferentes legislaturas olvidada en el ostracismo, exija ahora desde la tribuna la reapertura (PSOE). Caso aparte es el de la actual Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía (asignada a IU), que a nuestro entender, no lucha lo suficiente por esta infraestructura –para la posición privilegiada en la que se encuentra ahora-.

Ni que el partido en el poder (PP) en la actualidad, que también mantuvo olvidado la recuperación del ramal unos cuantos años, utilice la reivindicación como arma política, otorgándose méritos con partidas presupuestarias ridículas con respecto a otros territorios, discusiones p(ale)olíticas a las que se unen los partidos minoritarios y que difícilmente llevan a una solución. Por todo ello, se hace preciso dejar de un lado los tintes políticos, y sea la propia ciudadanía quien, sin intereses políticos y por el bien de su tierra, participe directamente en la evolución de sus municipios y establezca los mecanismos de coordinación inexistentes e imprescindibles para que recuperemos de una vez por todas un medio de transporte que se arrebató a toda una región.