Documento 57/08 - 18 de Junio de 2008 XIII JORNADAS MUSICALES “JUAN HERNÁNDEZ” Autor: Juan Díaz Casanova |
La Asociación musical “CORO JUAN HERNÁNDEZ”, fiel a su compromiso con la música, acaba de coronar con notable éxito una cota más de su andadura: Las XIII Jornadas musicales. Y lo hace en primavera, estación generosa en regalar ilusiones y anhelos; alegrías y frutos de esperanza. Leemos la portada de su programa: Salón Ideal Auditorio “Enrique Pareja”, 6, 7 y 8 de junio de 2.008. Día 6, viernes. Jornada dedicada a jóvenes artistas bastetanos: Calio Ramos Alonso (piano) y Elena Simionov (soprano). Día 7, sábado. Escuela de canto “Juan Hernández” y Orfeón “Santo Reino de Jaén”. Día 8, domingo. Concierto de clausura: Orquesta del Conservatorio Profesional “José Salinas de Baza”y “ Coro Juan Hernández”. Presentación del Cd ALMA, su primer trabajo discográfico. No es mi intención hacer una crónica musical del amplio repertorio ofrecido en estas Jornadas musicales. Sería una osadía por mi parte, puesto que no soy ni técnico ni crítico en esta disciplina. Sí, en cambio, les hablaré de sensaciones, de emociones y de percepciones. Y ello está más al alcance de lo profano, aunque bien es verdad que es más cálido, verdadero y entrañable. Palabras que pude recoger en el aire y ambiente de la clausura, junto con trabajo, esfuerzo desinteresado, ilusión, entrega, y ¡magníficos, qué maravilla, qué concierto, madre mía!. Y los componentes del Coro y su emocionado Director, Laureano Torres, recogiendo en sus miradas y sonrisas de agradecimiento las felicitaciones y agasajo de sus paisanos. Fue su noche mágica y triunfal. Han logrado saltar ya las cercas, elevar las miradas y que su canto, libre de trabas, llegue hasta el cielo y sus estrellas. ¡Enhorabuena, CORO “JUAN HERNÁNDEZ”. La Agrupación, además, está tejiendo el verde manto de su mañana con el bordado y el encaje de sus voces infantiles. La Escuela de canto es ya una promesa de continuidad, a la par que le añade burbujas de alegría, de risas y de vida en continuo bullicio y movimiento. Destacar, asimismo, el acierto de las incorporaciones, que realzan y embellecen el tapiz musical: Calio Ramos, fundido al virtuosismo de su piano; la soprano Elena Simionov, adornada con la gasa sutil y delicada de su arrulladora voz; Anni Raunio, mezzosoprano, envuelta en su cálido abrazo de melodía, y el duende toque flamenco de David y Ana Belén Sola. Mención también para el sello de clasicismo que imprime la Orquesta del Conservatorio Profesional de Música “José Salinas de Baza”, bajo la batuta de su director, Pablo Marín Peyrolón, que ha conjugado la armonía de los instrumentos al servicio del espíritu creador de A. Vivaldi, Capucci, J.P. Stamitz, J.S. Bach, Mozart, Schubert, y tantos y tantos clásicos del panorama musical. Los jóvenes solistas, acompañados de toda la orquesta, hicieron las delicias del numeroso público asistente: Alba Marín a la guitarra, David García al violín y Alicia Rodríguez al clarinete dieron muestras de su maestría y de su futuro como virtuosos de la música. ¡Felicidades a todos!. También al Orfeón “Santo Reino” de Jaén, magníficos en maestría y en experiencia y profesionalidad. Declaro y doy fe que ello es lo que percibí en el ambiente de estas Jornadas Musicales “Juan Hernández”. Y sobrevolando el cielo de Baza, la música, que flotaba silenciosa como un acento, como un latido del alma, como el anhelo y el lamento que el mundo arrobado lanza, cuando a dar forma no alcanza a su mejor pensamiento. (BAZA, junio 2.008) |