Por Lola Fernández.
¿De qué sirve que el poder institucional afín se distribuya en los distintos niveles de la Administración del Estado si sus logros son estériles? En Baza se ha dado el caso de que el PSOE, primero, y el PP, actualmente, fuera el partido en el poder local, a la vez que a nivel provincial y autonómico; en el caso de los socialistas, se incluía, además, el estrato nacional. Tanta afinidad, para conseguir qué, me pregunto; porque llevamos décadas pidiendo que se materialicen proyectos tan concretos y razonables como son la vuelta del tren y acceso a la autovía del Almanzora, y Baza parece ser una isla perdida en medio del territorio, viendo pasar logros y resultados ajenos, y quedándonos con el triste papel de pedir sin ser escuchados. En España hay casos, contados, pero los hay, de alcaldes que han gobernado desde inicios de la democracia sin solución de continuidad, más allá de enfrentamientos partidistas y demás tonterías, y la clave siempre ha estado en que se han preocupado por sus ciudades respectivas y han conseguido lo que sus vecinos anhelaban. Estoy segura de que un Alcalde y un Equipo de Gobierno son más que suficientes para traer a su pueblo soluciones a unas necesidades imperativas para no quedarse atrasado económicamente, viendo cómo el censo mengua y los jóvenes no regresan después de cursar sus estudios en la capital. Me parece incomprensible que la Autovía del Almanzora haya detenido su conexión con la Autovía del Mediterráneo en Cantoria, dejando sin ejecutar los 47 kilómetros entre Purchena y Baza para un futuro tan incierto como las promesas de los políticos. ¿Acaso es más importante Almería que Granada, o pesa mucho el poderío económico de Cosentino? Pero esto es el cuento de nunca acabar: sin comunicaciones no hay grandes empresas, las que traen trabajo y ayudan al progreso territorial; pero no vamos a exigir que las haya para sentar las bases del desarrollo y el despegue económico de zonas que necesitan ayuda urgentemente si no quieren verlas morir poco a poco.
Está muy bien que haya grupos y organizaciones reivindicativas, pero, a la postre, le corresponde al poder local, y un Alcalde tiene mucho poder, obtener logros importantes para su localidad, y me vuelve a parecer incomprensible que siendo el de Baza del mismo partido que gobierna la Diputación de Granada y la Junta de Andalucía, no se vean resultados menos insatisfactorios. Aquel político que llegue a atisbar que la autovía y el tren son imprescindibles para nuestro futuro, y ponga todo su empeño en hacer realidad tales proyectos demandados desde hace más de 30 años, ese será un buen político, de esos que dejan su impronta y su huella en el recuerdo de generaciones, y en el bienestar general, que se supone es su máxima aspiración. Es todo tan incomprensible, que da tristeza que la aparente aspiración de ciertos políticos sea verse en la foto o usar su situación como trampolín para saltar a niveles más altos de poder. La misma dificultad encuentro para comprender las decisiones políticas respecto al Hospital Comarcal, que parecen buscar más desmantelarlo progresivamente que potenciar su crecimiento humano y material. Y si hablamos de su cafetería, a ver, si el problema son las deudas a asumir por quien se quede con él para su puesta en marcha, grave problema, ciertamente, porque quién lo va a querer si lo cogería ya endeudado hasta las cejas, me puede alguien explicar, entonces, el tiempo y el presupuesto dedicados a su reforma. Incomprensible otra vez, sin pies ni cabeza, y así va pasando la vida, y hay lugares que se quedan atrapados sin avanzar, como si esa vida se hubiera transformado en una fotografía estática.