Evolución de la población censal en las comarcas de Baza y Huéscar entre 2000 y 2023

Quienes nos siguen con asiduidad recordarán que, tras el seguimiento del último proceso electoral de Elecciones Generales, ya dábamos cuenta del descenso generalizado de personas con derecho a voto en la comarca bastetana, algo que entendimos merecería la pena ser objeto de un estudio en mayor profundidad y con datos objetivos que nos dieran una visión real de la evolución de este sector de la población.

En todo caso, insistimos en que los datos que se toman como referencia no incluyen a las personas que carecen del derecho a votar, como es el caso de los menores de 18 años, y por tanto no pueden establecerse parámetros que hagan referencia al conjunto de las diversas poblaciones que conforman la comarca bastetana, sino que es a los datos del Censo del Instituto Nacional de Estadística a lo que nos referimos.

Comarca de Baza:

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A destacar que el promedio de despoblamiento en los ocho municipios que conforman la comarca de la Hoya de Baza, entre los años 2.000 y 2.023 es de un 23%, cifra próxima a la cuarta parte del total y que en algunos municipios es superada con creces, lo que dicho de otra forma se podía expresar con la afirmación de que 1 de cada 4 habitantes del año 2.000 ha dejado de votar en su municipio en el año 2.023, porque ya no está censado.

Una cifra que nos parece alarmante, por lo que significa de meternos de lleno en esa España despoblada que oímos y oímos, pero que parece que no queremos ver que está aquí ya. Y una cifra, en la que también habría que hacer otras consideraciones como que en ella se incluyen los numerosos estudiantes universitarios y superiores que, en apenas unos años, son candidatos firmes a estar ausentes y fuera de ese censo, a corto plazo, porque, afortunadamente, los dotamos de los medios para alcanzar los títulos más importantes que se puedan dar en nuestro sistema educativo, pero, desafortunadamente, son muchos los títulos que no van seguidos de un empleo en el municipio al que pertenecen, confirmando esa injusta sangría de que les damos lo mejor y son otros quienes reciben los frutos.

Junto a los datos numéricos que ofrecemos, hemos querido realizar unos gráficos de la situación de cada municipio, todo ello de elaboración propia, de forma que la visualización nos permita tener un rápido conocimiento visual, tras el que profundizar con los datos y las cifras, para valorar el alcance y situación de cada caso.

Así, a la vista, salta el caso de Cortes de Baza, donde la despoblación en este periodo ha llegado a un 37% o, dicho de otra forma, de cada 10 votantes del año 2.000, casi cuatro de ellos ya no están en el 2.023. También Caniles y Cuevas del Campo, con un 28 y 29% de censados perdidos, equivalentes a casi tres personas menos de cada diez, en ese mismo periodo de tiempo.

En el otro extremo, Benamaurel pierde un 14% de sus censados y Zújar un 15%. Son los mejores datos, pero aun así, indican la pérdida de 1,5 personas censadas de cada 10 e insistimos en lo de censadas, porque las cifras de pérdidas pueden ser aún mayores dado que, al tratarse de mayores de 18 años, sin duda que habrá entre ellos unidades familiares y parejas con descendencia que harían más grande la cifra de despoblación.

Por último, quedan en zona media las localidades de Cúllar, Freila y Baza, con una pérdida del 21, 19 y 18% de personas censadas, respectivamente, y equivalentes a perder ese “casi” dos personas de cada 10, si es que por circunstancias como la ya apuntada no han sido más los que ya no están en el municipio de que se trate.

Municipios de los que cada uno precisa de su estudio particular, pues aunque la tónica está bastante generalizada, siempre hay particularidades que hacen distintos los resultados obtenidos como el hecho de que, a cada nuevo proceso electoral que se llegaba, la población censada disminuía, con la únicas dos excepciones de Baza en el 2008 y Zújar en 2011, que crecieron en su número de censados, respecto al proceso anterior. El resto de municipios y procesos, ofrecen un dato tan tremendo como concluyente: cada nuevo proceso electoral, el número de habitantes fue menor que en el anterior. Para meditarlo y no dejar de pensar.

Y mientras, seguimos preparando el estudio realizado con los municipios de la comarca de Huéscar, pero, lamentablemente, sí que les podemos avanzar, desde ya, que la situación no es mejor y, si no es mejor… En unos días lo veremos.

 

Gráficos estadísticos de los ocho municipios de la comarca de la Hoya de Baza (Importante clicar sobre cada una de las imágenes, para aumentar su tamaño y poder ver los datos mejor):

Baza

Benamaurel

Caniles

Cortes de Baza

Cuevas del Campo

Cúllar

Freila

Zújar

 

Comarca de Huéscar:

Un estudio en el que queremos volver llamar la atención a nuestros lectores que no está hecho con los datos totales de población, sino con los censos de comicios celebrados a lo largo del periodo comprendido entre los años 2000 y 2023, pues fueron esos datos los que nos llevaron a observar la situación que hemos querido reflejar con este estudio y que no es otra que añadir un dato más, totalmente fidedigno, a lo que se ha venido en llamar la “España despoblada” en la que, casi sin darnos cuenta, nos hemos metido de lleno las dos comarcas del norte granadino.

Clicar en las imágenes para agrandarlas

Ofrecidos los datos sobre la comarca de la Hoya de Baza, llega el turno ahora a la comarca oscense, pues ambas siguen teniendo su entidad como tales, a pesar del empeño equívoco de querer agruparlas bajo la denominación de un supuesto “altiplano” que las unifica y las confunde, según nuestro entender.

Pero vamos a lo que íbamos y tratemos de señalar los principales datos que ya avanzábamos en la primera parte de este estudio que no serían mejores. Y es que, si el promedio de pérdida de población censal en el mismo periodo, en la comarca de Baza, alcanzaba a un promedio de pérdida de electores del 23%, en el caso de esta comarca es aún mayor y se va hasta el 32%, lo que significa la pérdida de algo más de tres de cada diez personas censadas en esos 23 años que comprenden estos datos y para los que recordamos que es conveniente clicar sobre las distintas imágenes, para hacer que puedan ser vistas en una dimensión mayor.

Curiosamente, el caso de la capital comarcal, Huéscar, refleja ese mismo porcentaje , destacando el gran salto que se produjo entre 2000 y 2004, de un 23%, mientras que la situación se mantuvo después con un descenso continuado, pero de considerable menor importancia y con años rozando la estabilidad en sus censados.

Muy cerca de lo ocurrido en Huéscar está la evolución que se puede observar en Castril, donde la pérdida final resulta de 3 personas por cada 10, es decir, presenta una pérdida porcentual del 30%, con la diferencia de haber ido disminuyendo en menores porcentajes, sin picos altos en esa evolución, pero siempre manteniendo el descenso poblacional.

Después hay dos grupos que se alejan de lo ocurrido en estos dos casos. El de mejor evolución, integrado por los municipios de Orce y Puebla de don Fadrique, y el de peor evolución en el que se encuentran Castilléjar y Galera.

Estas dos últimas localidades llegan a superar la pérdida de 4 habitantes de cada diez, coincidiendo ambas en una disminución de sus censos del 58%, aunque Castilléjar acusa más las pérdidas en los primeros años de este ciclo y Galera lo hace más en el periodo final.

Finalmente, Orce y, sobre todo, Puebla de don Fadrique tienen las pérdidas más moderadas de toda la comarca, cifrándose la disminución en la localidad orcerina en un 26& (2,6 personas menos de cada 10), lo cual se mejora aún más en Puebla de don Fadrique, al quedarse en un 18% la disminución de su cifra de censo (1,8 personas menos de cada 10), colocándose en la mejor situación de los seis municipios de la comarca, igualando el dato de Baza (18%) y siendo el que más se acerca a los de  Zújar (15%) y Benamaurel (14%).

De cualquier forma, este estudio ofrece una visión que no deja duda a lo que está ocurriendo en las catorce localidades que componen estas dos comarcas, pues todas ellas han sufrido pérdidas en mayor o menor grado, lo que ha de hacernos ver, como decíamos, que lo de la España vaciada no es algo que hayamos oído que ocurre por esas otras tierras de España, sino que ha llegado hasta aquí, aquí lo tenemos y no parece dispuesto a mejorar.

Por otro lado, entendemos que quienes tienen la responsabilidad de estar al frente de nuestros pueblos y ciudades han de empezar a moverse ya y todos a una, independientemente de la administración o el partido de turno que pueda estar gobernando Necesitamos mejorar nuestras comunicaciones, nuestros regadíos y agricultura, la agobiante situación de paro que reclama creación de empleo a toda costa… y cuantas acciones sirvan para fijar la población a los lugares en que vive, porque si algo queda claro de todo esto es, como dice la expresión popular: vamos “cuesta abajo… y sin frenos”, lo que si algo nos garantiza es el “tortazo” final.

Huéscar

Castilléjar

Castril

Galera

Orce

Puebla de don Fadrique