Hay varios acontecimientos en la historia de nuestra ciudad que han arrancado directamente de las entrañas de la tierra: así, el descubrimiento de la talla de una virgen por parte del obrero accitano Juan Pedernal, cuando se iniciaban las obras de la Iglesia de la Merced allá por año 1490, que sería nombrada Nuestra Señora de la Piedad, copatrona de Baza junto a Santa Bárbara, y que se encuentra desde entonces en el camarín barroco de dicho templo. Este hallazgo es el origen del Cascamorras, la Fiesta de Interés Internacional que nos convierte cada septiembre, junto a Guadix, en protagonistas de tan importante celebración. Podemos añadir el hallazgo, el 21 de julio de 1971, de una escultura ibérica con su ajuar funerario al excavar una tumba en la necrópolis: la Dama de Baza, que no tenemos la fortuna de albergarla en nuestra ciudad, pero que podemos admirar en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid. A ver quién no se emociona con su réplica en el aeropuerto de Granada, al viajar partiendo desde allí o llegando; con lo que no alcanzo a imaginar en su justa medida lo que supondría para todos tenerla entre nosotros en el Museo Arqueológico Municipal; el mismo que fue creado precisamente con la promesa de su regreso, cosa que nunca ocurrió, como sabemos. Por hablar de algo más reciente, que no nos lleve a finales del siglo XV, o a tiempos predemocráticos, me gustaría mencionar el yacimiento paleontológico Baza-1, que finaliza su octava campaña consecutiva de excavaciones, con la ilusión por los nuevos hallazgos y los desafíos para un futuro inmediato de lo que se constituye por su importancia en todo un referente del Plioceno en Europa.
Desde el subsuelo hasta convertirse en hechos muy importantes para Baza y todos los que la habitamos, es curioso. Pero pienso que ahora sería preciso que nos llegaran como maná, ese manjar divino que caía de los cielos para aliviar la sed y el hambre en el desierto, todas esas cosas concretas y precisas, nada difusas, que sabemos que necesita nuestra economía para despegar definitivamente. Si hablamos de regresos, aparte de seguir reivindicando el de la Dama de Baza, no vamos a dejar de exigir el del tren, que nos lo quitaron de repente y sin pedirnos opinión: necesitamos que la reapertura de la línea férrea Guadix-Baza-Almanzora-Lorca sea una realidad, más allá de informes agoreros de no viabilidad económica. Como no nos vamos a olvidar de la urgencia de que llegue hasta Baza la Autovía del Almanzora, que ya está bien de marear la perdiz años y años. Vamos a seguir solicitando que la fiesta del Cascamorras sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, para ver incrementada su proyección internacional. Por no hablar de lo necesario que es concretar y satisfacer los objetivos relativos al yacimiento Baza-1 en cuanto a financiación e infraestructura, con vistas a la pervivencia en el tiempo de tal proyecto, mucho más allá de las dos campañas que restan. Apostamos por el futuro de nuestra tierra, tan olvidada siempre, y maltratada en ocasiones. Queremos un presente que no sólo mire a su pasado, sino que se ilusione y proyecte hacia el futuro, conjugando historia y porvenir. Los bastetanos y bastetanas estamos listos, es hora de que trabajen las altas instancias, las que tienen en sus manos los medios para que se cumplan nuestros sueños.