Por Lola Fernández Burgos
Esta casa es una ruina es lo que podríamos exclamar respecto al patrimonio monumental de nuestra amada Baza. Por más que se denuncie el deplorable estado de los distintos elementos patrimoniales que nos hablan de un rico pasado histórico bastetano, lo cierto es que las denuncias sobre el abandono y las demandas de soluciones para que esta situación cambie, sólo caen en saco roto, porque son ya muchos años pretendiendo revertir esta realidad, y se consigue poco, muy poco, por no decir directamente nada. Es una pena comprobar que las promesas y todo lo que se ha dicho respecto a invertir en reformas, o al menos en prevenir la ruina total, no son más que mentiras. Hay que ver qué poca vergüenza tienen los políticos, de todas las administraciones, porque de todas ellas han hablado para decir cosas que jamás se han cumplido. El caso es que mientras esto se denuncia, el curso del tiempo sigue haciendo estragos, y la verdad es que hay determinados monumentos de nuestra ciudad por los que da miedo pasar, por temor a que se derrumben encima de nosotros. Que digo yo que si no reforman, al menos que prevengan una desgracia, porque no hay que esperar a ella para poner medios y evitarla. Con sólo tener un poco de memoria y recordar los proyectos ganadores, los planes futuros, las próximas reformas, etcétera, es desolador. Pero parece que el olvido sólo campa entre quienes prometieron, y para con los monumentos sobre los que se hicieron las promesas. Mientras, Baza poco puede ofrecer a los visitantes respecto a una muchas veces vendida riqueza patrimonial digna de una oferta que no sea pura pamplina. Son un puñado de patrañas que quienes las lanzan saben de antemano que no pasan de ser precisamente eso, patrañas; o sea, puro invento y descarada farsa.
Pero como el patrimonio monumental está en ruinas, hubo quien dirigió su mirada al patrimonio natural, a nuestra maravillosa Sierra de Baza, para seguir presumiendo patrimonialmente hablando, que eso es signo de riqueza y diversidad. Pero ay, resulta que nada se hace para que año tras año sea expoliada impunemente por mafias organizadas, caso de los níscalos, que por aquí he denunciado en alguna ocasión. Es una pena que la Administración, y en cada uno de sus niveles, no haga nada para proteger nuestro Parque Natural. Y qué decir de las plagas que afectan a la masa arbórea, sin control y sin medidas efectivas para evitar que sean ya, según los últimos datos, 600 hectáreas las afectadas por el muérdago, a lo que hay que añadir el resto de ataques parasitarios. Recuerdo que hablaron de unas charlas informativas y poco más. Señores, que no nos importa conocer nada sobre plagas que no sepamos ya, que lo importante es acabar con ellas, para lo cual es evidente que se necesitan soluciones, no conferencias. Al final tendremos que decir también algo así como esta sierra es una ruina… Menos querer vender humo, y más amar lo nuestro y defenderlo de todo tipo de ataques, ya sea el paso del tiempo, ya sean las plagas, la sequía, el expolio, y todos esos factores negativos que se conocen de sobra. Claro que se conocen de sobra, puesto que no faltan voces y asociaciones que están hartas de avisar de la necesidad de medidas urgentes para evitar que Baza se quede sin patrimonio de ningún tipo, que viendo cómo vamos y lo poco que se hace por parte de los únicos que pueden hacerlo, no sería nada extraño, por desgracia.