Autor: Diego Hurtado Gallardo.
Una vez desarrollada, votada y analizada con profusión la moción de censura presentada contra el presidente del gobierno por parte de VOX, con la propuesta de candidato a la presidencia de Ramón Tamames, evito hacer comentarios sobre ella, dado los extensos y variados programas que todos hemos podido oír y ver durante el 21 y 22 de marzo.
Solo comentar, las claras estrategias de futuro que se han podido ver durante el desarrollo de la mencionada moción.
Los dos partidos que pueden acceder a la presidencia del gobierno, PSOE y PP, han cuidado, con más o menos efusión, su relación con los afines necesarios para conseguir la mayoría suficiente para poder formar gobierno. El PP a pesar de considerar un error mayúsculo la presentación de la moción, ha querido pasar de puntillas, desaparecer, ignorar el debate. Con un presidente desaparecido y una ausencia de críticas de calado, el PP en todo momento ha priorizado la necesidad que tiene de los votos y escaños de VOX en un futuro cercano, a los intereses de la población en general. No incordiar, no cabrear, hacer de la necesidad virtud, ese ha sido el planteamiento del PP.
Por parte de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, se ha planteado una OPA hostil en toda regla, no a Podemos, sino al triunvirato totalitario dirigente de esta formación, a saber, Pablo Iglesias, Irene Montero e Ione Belarra.
Toda una autopista se le ha ofrecido a Yolanda Díaz para la presentación y puesta de largo de su proyecto político conocido como Sumar. Creo, que motivada por el hartazgo, que tanto la mayor parte de la estructura del PSOE como la incipiente de Sumar, tienen por las continuas descalificaciones y presiones que sobre ambas manifiestan públicamente el reducido núcleo duro de Podemos.
De ambas estrategias, se puede deducir que el “sorpasso” al PSOE, soñado por Julio Anguita en la década de los 90, o el de Pablo Iglesias en las elecciones de 2016, ahora no se contempla. Tampoco ahora, se cumplirá el proyecto irresponsable de Albert Rivera, provocando la repetición de unas elecciones generales, después de obtener 57 diputados en Abril de 2019 y creyendo que en las próximas superaría al PP.
Los dos grandes partidos no serán superados, pero los dos necesitan muletas. Estamos ante un bipartidismo imperfecto.
Y si esto es una verdad conocida por todo el mundo, también son conocidas sus consecuencias. Tan legítimas son las mayorías absolutas como las mayorías plurales, ambas son hijas de la voluntad popular. Solo nuestra ideología y conciencia puede condicionar nuestro voto, pero no se pueden pedir peras al olmo, una mayoría plural nunca podrá ser coherente al 100%. Con ellas, nos tendremos que acostumbrar a los roces, a las fricciones y en momentos, a la defensa de posturas diversas y hasta antagónicas, por parte de los distintos actores de un mismo gobierno.
En otras épocas, la sociedad española primó la coherencia gubernamental sobre la pluralidad, apoyando mayorías absolutas. Yo soy firme defensor de ellas. Al haber vivido los años de la transición, me encuentro cómodo, con la alternancia de dos grandes partidos de izquierda y derecha moderada. En la decisión de cada uno de nosotros está, la responsabilidad de la elección del modelo preferido y por lo tanto de nuestro voto.
Al poco de ver y oír la OPA, mencionada anteriormente, intuí, ¿ intuí o deseé?. Creo que ambas cosas a la vez, pues eso, imaginé que no se va a producir el acuerdo demandado por Podemos a Yolanda Díaz hasta después de las elecciones locales autonómicas, y no en los términos que ellos reclaman, será una invitación a que se integren, pero no, como la estructura hegemónica del proyecto plural de Sumar. Y como ya ha manifestado Yolanda, la elección de los representantes de Sumar, se efectuará mediante un proceso democrático, las diferencias surgirán en la elección del censo y normas a utilizar, es normal que Yolanda no acepte, que este, sea el de Podemos. Y ahí, se armará la de Troya. Y siguiendo esa intuición o deseo, vi un futuro gobierno progresista liderado por Pedro Sánchez y dentro de él a personas como Yolanda Díaz o Iñigo Errejón.
Esta es una de las variadas incógnitas que quedan por resolver y que pueden influir sustancialmente en la composición del nuevo gobierno.
Pero la más cercana a resolver y que influirá mucho en el resultado de las generales, será el resultado de las elecciones locales y autonómicas del mes de mayo. Se sabe, que habrá una confrontación durísima para intentar cambiar de signo político, ayuntamientos y comunidades autónomas muy significativas por diversas razones, tales como los ayuntamientos de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Granada, A Coruña, Valladolid, etc y aun más, en algunas comunidades como la madrileña, castellano manchega, valenciana, aragonesa, extremeña, gallega, etc. Y obviamente, también sabemos que para los dos partidos mayoritarios unos buenos resultados en estos comicios, actuarán como una onda expansiva que relanzará al ganador a mejorar sus resultados en las elecciones generales.
Pero hay más. El proyecto Sumar no confrontará en las elecciones de mayo, y la implantación territorial de Podemos se ha reducido muy considerablemente, por lo que es previsible pensar que sus resultados serán escuálidos y circunscritos a una muy reducida área territorial. De ser así, ¿ qué pasará? Aceptará la cúpula de Podemos integrarse en Sumar en una posición de debilidad. De no ser así, ¿ tendrá este partido infraestructura y candidatos para presentar listas electorales en todas las provincias españolas?, ¿ o tirará la toalla?.
Más claro se ve el caso de Ciudadanos: parece abocado a la desaparición después de las elecciones de mayo. Que hará la masa militante de estos dos partidos, es otra de las incógnitas a resolver de cara a las elecciones generales.
Y como también es conocido, desde hoy hasta las elecciones generales, tienen que producirse acontecimientos muy importantes, que influirán poderosamente en el resultado.
La evolución de la guerra de Ucrania y su repercusión sobre el precio de los alimentos y de los combustibles.
La llegada de los fondos europeos de solidaridad a la economía real y su repercusión sobre instituciones, empresas y particulares.
El protagonismo mediático e internacional que tendrá el gobierno español, durante el segundo semestre de 2023 al ostentar la presidencia de la UE.
Todos ellos acontecimientos cruciales que según su resolución influirán positiva o negativamente en las expectativas electorales del gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez.
Por todo ello, a pesar del respeto que le tengo a las encuestas que circulan a día de hoy, considero que estas no serán fiables hasta pasado el verano y se inicie el nuevo curso político.
Por ahora, creo que el partido está abierto.
Honestamente, pienso, que el gobierno de coalición progresista, por lo menos, durará cuatro años más y que la consolidación de Sumar bajo la dirección de Yolanda Díaz, propiciará que la coalición sea más habitable, con diferencias, pero con más respeto entre los dos socios y evidentemente teniendo como norte el avance en derechos colectivos e individuales, así como en mejoras sociales para todos y en especial, para los sectores más desfavorecidos.
- D. Si Yolanda Díaz, acepta las exigencias de Podemos para asistir a la presentación de Sumar, el 2 de abril, las previsiones de futuro de Podemos indicadas, carecen de sentido.